Mi rincón en Elche
Hace un año que supe de la existencia de la comisión de fiestas Puertas Tahúllas de Elche. Conocí a su gente y tuve el honor de colaborar con ellos en la imposición de bandas de reinas y damas. Meses atrás, Pedro Antón, su presidente, me propuso dicha colaboración, que acepté encantada. Fue un trabajo muy grato, con momentos inolvidables y personas que ya forman parte de mi vida.
Este año, diversos inconvenientes hicieron que no pudiese asistir a la imposición. Pero mi ausencia fue solo física, porque ese viernes estuve en el recinto festero de Puertas Tahullas, sintiendo su ilusión, sus nervios, sus sonrisas y seguro que alguna lágrima. Este es mi homenaje para ellos, que quiero compartir con todos los que os asoméis por el blog. El discurso de Andrea García Ceva , la reina del año 2012 y el relato que escribí para ellos, que debía leer en el acto y que tuvo voz a través de un miembro de la comisión.
Gracias por haberme regalado un rinconcito en vuestra comisión y en vuestra ciudad, que prometo no tardaré en visitar de nuevo.
Andrea García Ceva. Reina de la Comisión de fiestas Puertas Tahullas, 2012.
Hace un
año empecé una nueva etapa en mi vida, una experiencia inolvidable, que me dio
la oportunidad de conocer a gente nueva y vivir las fiestas, sobre todo las
patronales, desde un punto de vista privilegiado.
Todo
empezó un viernes 11 de febrero de 2012, el cual, hizo que mi vida diera un
giro de 180º gracias a Pedro, mi presidente, que me dijo si quería formar parte
de un mundo, el cual, desconocía y convertirme en la reina de Puertas Tahullas,
un cargo que no sólo estaba lleno de responsabilidades, si no de sentimientos y
experiencias, que me han hecho crecer y madurar como persona.
Entré completamente a ciegas, sin conocimiento
alguno de cómo funcionaba una comisión, la importancia de llevar puesto el
traje de festera y los preparativos de imposiciones, festivales y fiestas. Poco
a poco he ido conociendo cada detalle de todo lo que hace posible una comisión
y ahora me arrepiento de no haberla descubierto antes. Somos una gran familia,
donde estamos pendientes de que no falte ningún detalle y donde todos somos importantes,
pues si falta alguien ya nada es lo mismo. Todos los que forman parte de esta
comisión son como mi segunda familia, pues siempre han estado pendientes de mí,
de mi estado de ánimo, de que disfrutara de cada acto, ya que era único, y de
que me sintiera como una auténtica reina y os aseguro que lo habéis conseguido.
He
vivido todos los actos donde he tenido que asistir de una forma muy especial y
los he vivido con mi mayor ilusión, a pesar de tener un mal día. Eran actos
donde no sabía nada, pero con la ayuda de todos, han hecho que aprenda de cada
uno de ellos y que hayan sido los mejores momentos que he pasado. Una de las
tantas experiencias que he vivido fue conocer hace un año a una escritora,
Marisa Garrido, en este mismo recinto. A
partir de ese momento fue una persona importante para mí. Entré a este mundo
festero al mismo tiempo que ella, a ciegas, pues no conocíamos nada y eso nos
ha unido mucho. Gracias por todo.
Y como no, las fiestas de Elche, las cuales
siempre las he vivido pero de espectadora y este año han sido muy especiales y
diferentes, pues durante una semana las he conocido desde dentro, sin dormir o
dormir lo justo, pasar todo el día en el recinto festero de mi comisión y haber
podido hacer la ofrenda de flores a la Patrona de Elche aquel 14 de agosto con
la emoción propia de haber podido escuchar mi nombre al entrar en la Plaza de
Santa María.
Y dar
las gracias a las 5 personas que han compartido conmigo este magnífico año,
porque sin ellas no habría sido posible. Mis dos damas infantiles, Andrea y
Teresa, que siempre han estado ahí para sacarme una sonrisa. Mis dos damas
mayores Mª Carmen y Fanny, que empezamos siendo unas desconocidas, pero en este
año nos hemos ido conociendo poco a poco. Hemos pasado momentos muy buenos y no
tan buenos, pero yo siempre me voy a quedar con los mejores momentos y con lo
mejor de cada una, que gracias a vosotras he aprendido algo nuevo.
Y como
no, mi reina infantil, Rosanna, que sin ella no habría sido lo mismo, hemos
vivido cada acto juntas, y sin ella no podría haberlos vivido así. No es una
compañera de reinado, es mucho más, una amiga, una hermana. Siempre con una
sonrisa para mí, sea la hora que sea y donde sea. Gracias por todos los muy
buenos momentos que he pasado junto a ti y por todos los que aún nos quedan por
vivir.
Y
también darles las gracias a mis compañeras de las otras comisiones. Ya hemos
empezado las rondas de las despedidas, de las cuales, vamos a pasar una por
una, pero siempre recordando los muy buenos momentos que hemos pasado juntas y
los que todavía nos quedan por pasar. Me llevo un trocito de cada una conmigo,
porque ha sido un buen año con todas vosotras y que no se volverá a repetir.
Y como
no, darles las gracias a toda mi familia y amigas, que me han apoyado y han acudido
a todos los actos que han podido, aguantando los madrugones, las noches en vela
y alguna que otra vez, mi mal humor.
Todas
las historias tienen un final, hasta todos los finales felices terminan con un
fin. Hoy ha llegado ese momento para mí y dar las gracias sería una bonita
manera de acabar. Espero no haber defraudado a mi comisión, ya que todo lo he
hecho como creía que era mejor. No es un adiós es un hasta luego, pues
participaré durante muchos años en esta comisión. Aquí después de más de 60
actos, acaba mi magnífica experiencia, donde hace un año, en este mismo
escenario, me impusieron la banda de Reina Mayor de la Comisión de Fiestas
Puertas Tahullas.
Muchas
gracias y que sigan disfrutando de la velada.
IMPOSICIÓN
DE BANDAS PUERTAS TAHULLAS
Me encontraba muy sola. No me separaba de mi
teléfono móvil. Hablaba constantemente con mi familia, con mis amigos y mi novio. Sólo deseaba que los meses pasaran
rápido y volver a mi ciudad. Además sentía mucho calor, me asfixiaba y había
comenzado a desarrollar algún tipo de
alergia. Aún no había empezado a trabajar en mi nueva empresa y me dediqué a
visitar la ciudad. Me habían hablado tanto de su palmeral, de sus calles, de
sus gentes… Y sí. Era precioso, un lugar maravilloso que descubrir. Unas calles que hablaban de
historia. Gente que sonreía y paseaba disfrutando de ese calor que a mí me
asfixiaba. Pero yo sólo deseaba empezar a trabajar y que el tiempo pasase
rápido para volver a Madrid.
Y un sábado encontré ese lugar. Algunas personas se agrupaban en un local. Se
divertían y degustaban un dulce. Yo pasé rápido llenándome de ese olor y me
llamaron. No les presté atención, pero insistieron. Y probé su bizcocho, sus guisos, su arroz con
costra, sus delicias de Elche… Su cariño y su corazón. Y supe sus nombres, Diego, Susi, Yolanda, Paco, Juani,Juan, Rossi,Maite, Carlos, Cristina y Pedro… Y conocí a sus damas y reinas, las que habían terminado
felices su reinado, las que disfrutaban de ese mágico año, y las que serían elegidas para hacerlo.
Desde entonces todos los sábados, domingos y
cualquier día que podía permitírmelo, visitaba su local. Un lugar y barrio que
hice mi casa, unos momentos que deseaba siempre llegasen, con sus fiestas,
actuaciones y sonrisas. Una comisión de fiestas, la de Puertas Tahúllas, y que con mis días en esta ciudad, supe que
existían muchas más. Todas con un soplo
de vida, una luz y alegría que me
maravillaba.
Pero los meses pasaron. Mi trabajo había terminado y
mi ciudad me esperaba. No lloré al marcharme. ¿Cómo podría hacerlo? Si me llevaba sonrisas, fiestas, cariño, amistades
y amor. Si sabía que Elche sería por siempre mi ciudad. Donde ya no sentiría
ese asfixiante calor, ni alergia alguna y nunca volvería a sentirme sola.
Y hoy estoy de nuevo en esta ciudad, en esta
maravillosa fiesta de la imposición de bandas de Puertas Tahúllas.
Descubrí que
hay dos sillas vacías. Sillas que debían ocupar María y Paquito. Dos personas maravillosas de esta comisión. Pero
solo son eso, sillas. Porque ellos estarán siempre con vosotros, con su
dulzura, su amor y regalándoos una sonrisa y el deseo de que Puertas Tahúllas
siga con la misma ilusión de siempre.
Y yo os pido
lo mismo, una gran sonrisa y aplauso
para ellos.
Y que hará todavía más, que cada sábado, domingo y
cualquier momento que pueda permitírmelo vuelva a visitar su local y vuestra
ciudad.
Marisa Garrido
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