miércoles, 22 de mayo de 2013

Mi rincón en Elche



Hace un año que supe de la existencia de la comisión de fiestas Puertas Tahúllas de Elche. Conocí a su gente y tuve el honor de colaborar con ellos en la imposición de bandas de reinas y damas. Meses atrás, Pedro Antón, su presidente, me propuso dicha colaboración, que acepté encantada. Fue un trabajo muy grato, con momentos inolvidables y personas que ya forman parte de mi vida. 
Este año, diversos inconvenientes hicieron que no pudiese asistir a la imposición. Pero mi ausencia fue solo física, porque ese viernes estuve en el recinto festero de Puertas Tahullas, sintiendo su ilusión, sus nervios, sus sonrisas y seguro que alguna lágrima. Este es mi homenaje para ellos,  que quiero compartir con todos los que os asoméis por el blog. El discurso de Andrea García Ceva , la reina del año 2012 y el relato que escribí para ellos, que debía leer en el acto y que tuvo  voz  a través de un miembro de la comisión. 
Gracias por haberme regalado un rinconcito en vuestra comisión y en vuestra ciudad, que prometo no tardaré en visitar de nuevo.



Andrea García Ceva. Reina de la Comisión de fiestas Puertas Tahullas, 2012.


Hace un año empecé una nueva etapa en mi vida, una experiencia inolvidable, que me dio la oportunidad de conocer a gente nueva y vivir las fiestas, sobre todo las patronales, desde un punto de vista privilegiado.
Todo empezó un viernes 11 de febrero de 2012, el cual, hizo que mi vida diera un giro de 180º gracias a Pedro, mi presidente, que me dijo si quería formar parte de un mundo, el cual, desconocía y convertirme en la reina de Puertas Tahullas, un cargo que no sólo estaba lleno de responsabilidades, si no de sentimientos y experiencias, que me han hecho crecer y madurar como persona.
Entré  completamente a ciegas, sin conocimiento alguno de cómo funcionaba una comisión, la importancia de llevar puesto el traje de festera y los preparativos de imposiciones, festivales y fiestas. Poco a poco he ido conociendo cada detalle de todo lo que hace posible una comisión y ahora me arrepiento de no haberla descubierto antes. Somos una gran familia, donde estamos pendientes de que no falte ningún detalle y donde todos somos importantes, pues si falta alguien ya nada es lo mismo. Todos los que forman parte de esta comisión son como mi segunda familia, pues siempre han estado pendientes de mí, de mi estado de ánimo, de que disfrutara de cada acto, ya que era único, y de que me sintiera como una auténtica reina y os aseguro que lo habéis conseguido.
He vivido todos los actos donde he tenido que asistir de una forma muy especial y los he vivido con mi mayor ilusión, a pesar de tener un mal día. Eran actos donde no sabía nada, pero con la ayuda de todos, han hecho que aprenda de cada uno de ellos y que hayan sido los mejores momentos que he pasado. Una de las tantas experiencias que he vivido fue conocer hace un año a una escritora, Marisa Garrido,  en este mismo recinto. A partir de ese momento fue una persona importante para mí. Entré a este mundo festero al mismo tiempo que ella, a ciegas, pues no conocíamos nada y eso nos ha unido mucho. Gracias por todo.
 Y como no, las fiestas de Elche, las cuales siempre las he vivido pero de espectadora y este año han sido muy especiales y diferentes, pues durante una semana las he conocido desde dentro, sin dormir o dormir lo justo, pasar todo el día en el recinto festero de mi comisión y haber podido hacer la ofrenda de flores a la Patrona de Elche aquel 14 de agosto con la emoción propia de haber podido escuchar mi nombre al entrar en la Plaza de Santa María.
Y dar las gracias a las 5 personas que han compartido conmigo este magnífico año, porque sin ellas no habría sido posible. Mis dos damas infantiles, Andrea y Teresa, que siempre han estado ahí para sacarme una sonrisa. Mis dos damas mayores Mª Carmen y Fanny, que empezamos siendo unas desconocidas, pero en este año nos hemos ido conociendo poco a poco. Hemos pasado momentos muy buenos y no tan buenos, pero yo siempre me voy a quedar con los mejores momentos y con lo mejor de cada una, que gracias a vosotras he aprendido algo nuevo.
Y como no, mi reina infantil, Rosanna, que sin ella no habría sido lo mismo, hemos vivido cada acto juntas, y sin ella no podría haberlos vivido así. No es una compañera de reinado, es mucho más, una amiga, una hermana. Siempre con una sonrisa para mí, sea la hora que sea y donde sea. Gracias por todos los muy buenos momentos que he pasado junto a ti y por todos los que aún nos quedan por vivir.
Y también darles las gracias a mis compañeras de las otras comisiones. Ya hemos empezado las rondas de las despedidas, de las cuales, vamos a pasar una por una, pero siempre recordando los muy buenos momentos que hemos pasado juntas y los que todavía nos quedan por pasar. Me llevo un trocito de cada una conmigo, porque ha sido un buen año con todas vosotras y que no se volverá a repetir.
Y como no, darles las gracias a toda mi familia y amigas, que me han apoyado y han acudido a todos los actos que han podido, aguantando los madrugones, las noches en vela y alguna que otra vez, mi mal humor.
Todas las historias tienen un final, hasta todos los finales felices terminan con un fin. Hoy ha llegado ese momento para mí y dar las gracias sería una bonita manera de acabar. Espero no haber defraudado a mi comisión, ya que todo lo he hecho como creía que era mejor. No es un adiós es un hasta luego, pues participaré durante muchos años en esta comisión. Aquí después de más de 60 actos, acaba mi magnífica experiencia, donde hace un año, en este mismo escenario, me impusieron la banda de Reina Mayor de la Comisión de Fiestas Puertas Tahullas.
Muchas gracias y que sigan disfrutando de la velada.







IMPOSICIÓN DE BANDAS PUERTAS TAHULLAS

Me encontraba muy sola. No me separaba de mi teléfono móvil. Hablaba constantemente con mi familia, con mis amigos y  mi novio. Sólo deseaba que los meses pasaran rápido y volver a mi ciudad. Además sentía mucho calor, me asfixiaba y había comenzado a desarrollar  algún tipo de alergia. Aún no había empezado a trabajar en mi nueva empresa y me dediqué a visitar la ciudad. Me habían hablado tanto de su palmeral, de sus calles, de sus gentes… Y sí. Era precioso, un lugar maravilloso  que descubrir. Unas calles que hablaban de historia. Gente que sonreía y paseaba disfrutando de ese calor que a mí me asfixiaba. Pero yo sólo deseaba empezar a trabajar y que el tiempo pasase rápido para volver a Madrid.
Y un sábado encontré ese lugar.  Algunas personas se agrupaban en un local. Se divertían y degustaban un dulce. Yo pasé rápido llenándome de ese olor y me llamaron. No les presté atención, pero insistieron.  Y probé su bizcocho, sus guisos, su arroz con costra, sus delicias de Elche… Su cariño y su corazón. Y supe sus nombres,  Diego, Susi, Yolanda, Paco, Juani,Juan, Rossi,Maite, Carlos, Cristina y Pedro… Y  conocí a sus damas y reinas, las que habían terminado felices su reinado, las que disfrutaban de ese mágico año,  y las que serían elegidas para hacerlo.
Desde entonces todos los sábados, domingos y cualquier día que podía permitírmelo, visitaba su local. Un lugar y barrio que hice mi casa, unos momentos que deseaba siempre llegasen, con sus fiestas, actuaciones y sonrisas. Una comisión de fiestas, la de Puertas Tahúllas, y  que con mis días en esta ciudad, supe que existían  muchas más. Todas con un soplo de vida, una luz  y alegría que me maravillaba.
Pero los meses pasaron. Mi trabajo había terminado y mi ciudad me esperaba. No lloré al marcharme. ¿Cómo podría hacerlo?  Si me llevaba sonrisas, fiestas, cariño, amistades y amor. Si sabía que Elche sería por siempre mi ciudad. Donde ya no sentiría ese asfixiante calor, ni alergia alguna y nunca volvería a sentirme sola.
Y hoy estoy de nuevo en esta ciudad, en esta maravillosa fiesta de la imposición de bandas de Puertas Tahúllas.
 Descubrí que hay dos sillas vacías. Sillas que debían ocupar María y Paquito.   Dos personas maravillosas de esta comisión. Pero solo son eso, sillas. Porque ellos estarán siempre con vosotros, con su dulzura, su amor y regalándoos una sonrisa y el deseo de que Puertas Tahúllas siga con la misma ilusión de siempre. 
 Y yo os pido lo mismo, una gran sonrisa y  aplauso para ellos.
  Y que hará  todavía más, que cada sábado, domingo y cualquier momento que pueda permitírmelo vuelva a visitar su local y vuestra ciudad.
                                                                          

Marisa Garrido









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