SABOREANDOTE
Me gusta saborearte en la mañana, cuando la luz del día, sin despertar, se cuela por la persiana, cuando el reloj me avisa leve, y restan minutos para mi jornada, minutos que se mudan a horas a tu lado. Mis movimientos te desvelan y me abrazas lentamente, avivas mi deseo, me incitas a viajar por tu piel, tus besos curan mis molestias y nuestro apetito nubla el desafino del despertador. Ahogas tus gemidos en la humedad de mis poros, te acaricio los ojos y vuelves a dormir. Un nuevo día que sabe a ti, una noche, una mañana. Siempre saboreándote.
Marisa Garrido